¿Desigualdades de qué?
La desigual distribución de los ingresos y la riqueza estudiados por los economistas ciertamente tiene un impacto muy negativo en las vidas de las personas que carecen de ellas. Pero existen otros varios bienes colectivos que las personas valoran porque ayudan a mejorar sus condiciones de vida y que son distribuidas de forma muy desigual. Éstos se pueden diferenciar entre bienes esenciales y bienes socialmente deseados. Entre los primeros se encuentran los bienes que las personas eventualmente necesitan para su sobrevivencia física inmediata como el agua, la tierra y la seguridad física. Los bienes “socialmente deseados” incluyen la participación política y la autonomía, la educación y el conocimiento, la salud y un medio ambiente "funcional" o "saludable" (Góngora-Mera 2015). Pero las posibilidades de acceso a estos bienes pueden variar significativamente. En unos casos, el acceso depende de ingresos, en otros no. Las desigualdades socio-económicas y socio-políticas tienden a reforzarse entre sí: menores ingresos y riqueza a menudo se correlaciona con desigualdades políticas, y menor poder político también puede ser responsable de menores ingresos y riqueza (Therborn 2006, 2013; Boyce 2007). Además, las personas que carecen de acceso a los ingresos y/o a los recursos de poder también pueden tener restricciones en su acceso a otros bienes de valor social.