En su obra sobre “desigualdades duraderas” (2007), Charles Tilly (2007) propuso cuatro mecanismos de exclusión:
La "retención de oportunidades" se refiere al control de los recursos, definidos de diversas maneras, que permiten a ciertos grupos excluir a otros del acceso a dichos recursos o beneficios que les corresponden. La "explotación" funciona cuando personas poderosas y conectadas comandan recursos de los que obtienen beneficios significativamente. Dos procesos más ayudan a cimentar la desigualdad en el modelo de Tilly: la emulación (en la que los modelos de organización establecidos se copian en nuevos entornos) y la adaptación, o la creación de procedimientos y prácticas cotidianas que las personas utilizan para hacer frente y así reproducir las distinciones categóricas en sus interacciones diarias.
Otros autores, siguiendo la obra de Pierre Bourdieu (1984), destacan el importante papel de la cultura, la educación y la formación social (el habitus) para explicar el surgimiento y la persistencia de las desigualdades sociales (véase Blossfeld et al. 2005).