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4.1 Fuentes y recursos de poder de las élites económicas

El rol decisivo de los medios y su influencia en la política latinoamericana ha sido ampliamente estudiado (Kitzberger, 2016; Porto, 2012; Rockwell & Janus, 2003; Waisbord & Segura, 2016). Por años, la alta concentración de medios en pocas familias y su complicidad con las élites económicas les permitió mantener ambientes políticos estables (Rockwell & Janus, 2003). Sin embargo, en los últimos años los medios han sufrido pérdidas económicas considerables (Ramírez-Cardoza, 2018), y ahí las élites económicas, conscientes del rol de los medios en la sociedad y su influencia política, comenzaron a comprar o a crear sus propios medios. Estas operaciones han convertido a los medios en “juguetes de ricos” y además han restringido una de sus funciones más críticas: la provisión de controles sobre los abusos del poder (Stiglitz, 2017). En este sentido, se busca discutir sobre las relaciones entre élites económicas y medios de comunicación, y sobre, como las élites buscan influir sobre la producción y distribución de la información.

Durante años, el poder de los medios se vio como un elemento esencial del estatus quo y la cultura dominante, usado estratégicamente por las élites para producir un consenso social (Herman & Chomsky, 2010). El poder de los medios era visto como un mecanismo usado por otros poderes para dirimir sus disputas. A diferencia de estos enfoques, Freedman ha señalado que lejos de ser una “fuerza mediadora”, el poder de los medios es una fuerza interesada. En específico, un conjunto de relaciones que ayudan a organizar la producción y desarrollo de recursos simbólicos que juegan un rol vital en la reproducción social (Freedman, 2014). El poder de los medios está ubicado en tensión y en relación con otras formas de poder y con otras élites (económicas, políticas, militares). El poder de los medios y las élites de medios existen en relaciones interdependientes con su contexto, de ahí que su poder se articule mejor cuando se combina con o se asocia con otras formas de poder (Bennett et al., 1982).

Las élites de medios están conformadas por los dueños de los medios, los gerentes, los directores ejecutivos, aquellos que controlan la economía del medio y que explicita o tácitamente definen los marcos ideológicos del medio (Freedman, 2014). Más que “mediadores de los poderes”, las élites de los medios son aquellos que definen quienes pueden efectivamente hablar y ser escuchados (Couldry & Curran, 2003), y en algunos casos, son élites que pertenecen también a las esferas económicas y políticas.