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4.2 Qué es la captura de medios?

La caída en los precios de las tecnologías y en particular la desconfianza y temor de las élites a los medios ha llevado a que cada vez más, élites económicas y políticas compren o funden sus propios medios. Captura de medios se refiere a la situación a través de la cuál las élites ejercen acciones directas sobre los medios para suprimir o modificar información (Robles-Rivera, 2021). Entre las acciones directas están el uso de la fuerza, violencia, coimas, amenaza de los anunciantes, propiedad de los medios, censura, favoritismo legal, relaciones públicas y cabildeo (Besley & Prat, 2006; Enikolopov & Petrova, 2015; Stiglitz, 2017).

Esta definición problematiza al menos tres aspectos teóricos. En primer lugar, adiciona y discute el tema de la autonomía de los medios. Más que considerarlos un instrumento de las élites per se cómo lo consideraban Milliband y Mills, el concepto de captura de medios discute sobre ámbitos de autonomía de los medios de comunicación y disputa con y entre las élites en coyunturas críticas. En segundo, lugar esta definición permite ampliar las formas, recursos y acciones que pueden tener las élites para capturar a los medios. Si bien se ha priorizado el tema de la propiedad para explicar la captura, las posiciones privilegiadas de las élites y los distintos recursos a su disposición (dinero, control sobre las instituciones, vínculos familiares, entre otros) les otorgan a las élites otras formas de captura. En tercer lugar, la definición de captura de medios parte del hecho de que al estar capturados, los medios se ven imposibilitados de cumplir con una de sus funciones básicas: la de exigir rendición de cuentas y supervisión sobre el poder y las élites (Stiglitz, 2017). Al igual que en la captura del Estado, las élites ejercen influencia sobre instituciones que tendrían la función social o política de regularles (Hellman et al., 2000).