Los estudios sobre las élites empresariales han destacado la separación entre la propiedad (accionistas) y dirección (directivos) en las empresas. Aunque un accionista suele ser propietario y directivo de la empresa que posee, han crecido los inversionistas que compran grandes paquetes accionariales de una empresa pero dejan en manos de directivos independientes la gestión estratégica de la empresa. Por ello es necesario identificar y estudiar quiénes son los grandes accionistas de las empresas. Además de saber quiénes son es posible estudiar cómo se relacionan entre sí los accionistas mediante el análisis de las propiedades que comparten o en las que invierten conjuntamente. Por ejemplo, la empresa financiera BlackRock es accionista del 7% de América Móvil (México), del 3% del Banco Itaú Unibanco (Brasil) y del 1% de Ecopetrol (Colombia), entre otras muchas empresas. Esta multipropiedad hace que América Móvil, Banco Itaú y Ecopetrol estén conectadas, y que BlackRock esté conectado con los otros accionistas de estas empresas, como con la familia Slim (accionista principal de América Móvil), la familia Moreira Salles (dueña de una parte de Banco Itaú Unibanco), y del Estado de Colombia (entidad que controla Ecopetrol). El análisis de las redes entre propietarios permite comprobar hasta qué punto están conectados entre sí, qué perfil (origen y sector) tienen los propietarios, qué propiedades comparten, y qué relaciones internacionales generan (Figura 4 y Figura 5).

Figura 4. Red de propietarios transnacionales de grandes empresas en América Latina