Gaetano Mosca (1858 – 1941)
Mosca nació en Italia en 1858 y estudió derecho en la Universidad de Palermo. Mosca puso especial énfasis en rebatir las ideas de democracia y colectivismo del naciente marxismo. Mosca parte de una teoría “realista” al destacar que siempre habrá una clase gobernante. Al igual que Pareto, Mosca destaca un sistema de dos clases donde una minoría domina y una mayoría es dirigida. Este argumento, lo lleva a afirmar que, a pesar de las apariencias y los principios legales, esta minoría es la que conserva el control real y efectivo del Estado.
En Mosca, el concepto de élite parte de que el poder de la clase dominante se basa en su predominio sobre una mayoría desorganizada, pues este estado de desorganización deja a cada uno de sus integrantes en una situación de impotencia frente a la minoría organizada. Las organizaciones sociales requieren de jerarquías, por lo que se exige que unos manden y otros obedezcan. Así las élites cumplen y desempeñan funciones políticas y monopolizan el poder. La mayoría desorganizada es dirigida y regulada por las élites mediante mecanismos legales, y cuando se requiera por mecanismos arbitrarios y violentos. Mosca define, además, principios morales, condiciones intelectuales, económicas y militares para las élites. Grados académicos, cultura científica y aptitudes especiales son las puertas para que ciertos grupos accedan cargos públicos. Para Mosca, quienes ascienden desde abajo suelen desarrollar sentimientos de equidad y justicia.
La capacidad de organización de las élites es central en la obra de Mosca. Para el autor italiano, el control de la élite depende en cómo esta minoría pueda convertirse en una fuerza cohesionada para presentarse a la sociedad. Un grupo pequeño tiene más capacidades para organizarse que uno grande, esto significa que los canales de comunicación e información son más sencillos. Los miembros pueden ser contactados más rápidamente, por lo que pueden formular más fácilmente una política, ponerse de acuerdo y dar la apariencia de una fuerza sólida. Las élites alcanzan su mayor liderazgo cuando las mayorías las buscan y requieren ante situaciones adversas. A pesar de la aparente superioridad numérica de la mayoría sobre una minoría, será la minoría –la élite– la más fuerte. En términos de circulación de las élites, Mosca plantea que será posible si una fracción que comienza a ser marginada por sus intentos renovadores puede apoyarse en las mayorías que se oponen al orden constituido. Es decir, las mayorías se convierten en una herramienta necesaria para la sublevación. Mosca es consciente de que el uso de las mayorías puede jugar también a favor del orden constituido, si la clase dominante recurre a las masas para frenar corrientes renovadoras. Al igual que Pareto, Mosca considera que las élites deben renovarse con elementos de las clases inferiores ya que el aislamiento produce la degeneración de la clase y hace desatender asuntos de la sociedad, volviendo el sistema político más vulnerable frente a las amenazas internas o externas.